Entre las noches interrumpidas, las comidas que preparar, los deberes de los niños, las lavadoras, el trabajo y todas las responsabilidades del día a día, la jornada de una madre ya está completamente llena. A pesar de los avances, las mujeres siguen asumiendo la mayor parte de las tareas domésticas según el Observatorio de las Desigualdades.
En medio de este torbellino, encontrar tiempo para una misma —y más aún para hacer deporte— puede parecer misión imposible.
Y, sin embargo, moverse no es un lujo. Es una forma de reconectar contigo, recargar energía y recuperar vitalidad.
Cuando decides integrar una actividad física en tu rutina, mereces acompañamiento real, apoyo y una buena dosis de ánimo. Sin presión y sin culpa.

¿Por qué el deporte es esencial para las madres?
Recuperar fuerza y vitalidad
El embarazo transforma el cuerpo. Incluso después de la recuperación del suelo pélvico, hace falta tiempo para volver a sentir control, estabilidad y tono muscular. Aquí el deporte juega un papel clave.
Unas cuantas sesiones bien seleccionadas pueden ayudarte a:
- fortalecer la musculatura de la espalda y del core para recuperar una buena postura,
- estimular la circulación y apoyar la recuperación tras el parto,
- recuperar energía poco a poco, sin forzar.
💡 Consejo del coach: Si acabas de dar a luz, no se trata de encadenar sentadillas o burpees. El objetivo es volver a habitar tu cuerpo con confianza: caminar rápido, hacer Pilates o una sesión suave de yoga posparto ya aporta beneficios inmediatos.
Un aliado imprescindible para el bienestar mental
El deporte también actúa sobre el estado emocional. Cuando te mueves, tu cuerpo libera endorfinas, las hormonas del bienestar que reducen el estrés, calman la ansiedad y elevan el ánimo.
En una etapa donde la carga mental, el cansancio y las tareas se acumulan, necesitas un espacio para respirar.
Hacer ejercicio se convierte en un refugio: un momento para desconectar, liberar tensión y recargar baterías.
Una forma de reconectar contigo
El deporte no solo trata de salud o de figura. También de reconexión y aceptación.
El ejercicio te ayuda a:
- escuchar tu cuerpo,
- aceptarlo tal como es hoy,
- recuperar autoestima y seguridad.
Y no, no es egoísta. Cuidarte es cuidar mejor a tu familia. Una madre equilibrada y activa es más paciente, presente y disponible.

Encontrar el deporte ideal en cada etapa de la maternidad
Hacer deporte con tu bebé
Si tu bebé es pequeño, puedes entrenar con él sin buscar ayuda externa.
Opciones prácticas:
- yoga mamá-bebé,
- kangatraining (ejercicios con bebé en porteo),
- caminatas o senderismo con portabebés,
- correr con carrito deportivo.
💡 Consejo del coach: Completa la recuperación del suelo pélvico y la faja abdominal antes de retomar deportes de impacto.
Deporte madre-hijo o madre-hija
Cuando los niños crecen, el deporte se convierte en una actividad de conexión.
Mientras son pequeños, actividades lúdicas como bici, natación o baile en dúo funcionan muy bien.
En la adolescencia, pueden acompañarte al gimnasio, usar máquinas o unirse a clases colectivas más dinámicas.
💡 Consejo del coach: Convertidlo en un desafío divertido: uno corre mientras el otro va en bici, rutas familiares, pequeños triatlones…
Deporte en casa para madres con poco tiempo
Cuando el día no da para más, la clave es flexibilidad.
Opciones ideales:
- vídeos cortos de entrenamiento,
- apps con sesiones exprés,
- rutinas rápidas durante la siesta o entre reuniones.

Conciliar maternidad y vida deportiva: desafíos y soluciones
Organizar el tiempo de otra manera
Encontrar tiempo para entrenar cuando eres madre requiere creatividad, pero es posible. Puedes:
- bloquear horarios fijos en tu agenda como si fueran reuniones importantes,
- caminar o entrenar durante tu pausa de comida,
- empezar el día con tu sesión para asegurarte tu momento,
- apoyarte en tu pareja, familia o amigos para tener un rato libre,
- dejar tu ropa de deporte preparada la noche anterior,
- aprovechar el acceso multisalas del gimnasio y llevar siempre un bolso deportivo en el coche.
💡 Consejo del coach: Muchas salas ofrecen clases cortas de 30 minutos, horarios desde muy temprano y sesiones nocturnas para adaptarse al ritmo real de una madre.
Darse permiso para desconectar
Uno de los principales frenos es la culpa: culpa por dedicarte tiempo, por no estar con tu hijo, por no avanzar con la casa…
Pero hacer deporte no es un abandono, es una inversión en tu salud física y emocional. Una madre que se cuida está más tranquila, paciente y equilibrada. Darte ese espacio es una necesidad, no un capricho.
Aceptar que no todo será perfecto
Olvida la idea de la sesión ideal: larga, intensa, con outfit perfecto y en un entorno ideal.
Quince minutos de ejercicios en el salón tienen mucho más impacto que un entrenamiento completo que nunca llega a hacerse.
Rodearte para mantener la motivación
Entrenar sola en casa es práctico, pero a veces difícil de mantener. Además, muchas madres recientes experimentan soledad posparto.
Unirte a una sala o a un grupo deportivo te aporta:
- motivación,
- interacción social,
- energía,
- apoyo profesional,
- ambiente positivo.
El colectivo impulsa. Entrenar acompañada hace que el movimiento se convierta en un hábito duradero.

Consejos prácticos para una mamá deportiva y feliz
Escuchar tu cuerpo y respetar tu ritmo
Entre trabajo, niños y casa, hay días llenos de energía… y días en los que no queda nada. Es normal.
Si necesitas suavidad, elige yoga o estiramientos.
Si tienes energía, haz cardio o fuerza.
La clave es adaptar la intensidad.
Fijarte objetivos simples y alcanzables
En lugar de pensar “volver a mi cuerpo de antes” o “reengancharme al deporte”, empieza por metas concretas:
- caminar 15 minutos al mediodía,
- cambiar un trayecto en coche por uno en bici,
- probar una nueva clase la semana que viene,
- aumentar 5 segundos de plancha al día.
Las metas pequeñas y tangibles mantienen la motivación alta.
Comer bien, hidratarte y dormir suficiente
Tu cuerpo hace un trabajo inmenso cada día. Dale lo que necesita:
- alimentación equilibrada rica en fibra, proteína y grasas saludables,
- buena hidratación (aún más si das el pecho o haces cardio),
- descanso real, porque la recuperación nocturna es esencial.
Dormir bien a veces ayuda más a tu bienestar que una sesión extra.
Maternidad y deporte: tabla práctica para ayudarte a organizarte
| Desafío habitual | Solución deportiva |
|---|---|
| Falta de tiempo | Sesiones cortas de 15-30 min, entrenar al despertar o en pausa comida |
| Cansancio acumulado | Elegir actividades suaves (yoga, pilates, caminar) |
| Culpa por dedicar tiempo a una misma | Recordar que cuidarte mejora tu energía y bienestar familiar |
| Dificultad para mantener constancia | Clases colectivas, entrenar con amigas, acompañamiento profesional |
Deporte, alimentación y recuperación: el trío ganador para sentirte bien como mamá
La actividad física mejora tu energía, tu postura, tu ánimo y tu bienestar general.
Pero para que funcione de verdad, debe ir acompañada de otros dos pilares fundamentales: alimentación equilibrada y una buena recuperación.
Una rutina saludable y realista puede ayudarte a:
- mantener un peso estable sin obsesionarte,
- reducir el estrés y la sensación de carga mental,
- sentirte más fuerte en tu día a día,
- ganar confianza en ti misma,
- aumentar tu vitalidad.
La maternidad no es un freno para tu bienestar.
Es una nueva etapa en la que puedes construir un equilibrio propio, respetuoso contigo y con tu ritmo de vida.