El déficit calórico es la base de toda dieta equilibrada para perder peso y grasa corporal. Pero no basta con comer menos: necesitas entender cómo funciona tu gasto energético diario, qué alimentos elegir y cómo mantener tus niveles de energía sin dañar tu masa muscular.
En esta guía aprenderás cómo calcular tu déficit calórico con una calculadora práctica, qué papel juega el metabolismo basal y cómo diseñar una alimentación equilibrada que te ayude a alcanzar tus objetivos de forma sostenible.
¿Qué es un déficit calórico?
Un déficit calórico ocurre cuando consumes menos calorías de las que tu cuerpo necesita para mantener su peso. En ese momento, el organismo utiliza la energía almacenada en forma de grasa para compensar, lo que lleva a una pérdida de grasa corporal progresiva.
Para perder peso, tu ingesta calórica debe ser inferior a tu gasto energético. Esto no significa dejar de comer, sino ajustar tus alimentos y tu actividad física para crear un déficit moderado y controlado.
💡 Consejo del coach: Piensa en tu cuerpo como en una cuenta de energía: si gastas más de lo que ingresas, reduces tus reservas. En este caso, esas reservas son la grasa que quieres eliminar. 😉

El déficit calórico de calidad
No todas las calorías son iguales. Puedes alcanzar un déficit comiendo menos, pero si tus alimentos no aportan los nutrientes necesarios, tu cuerpo lo notará.
Una dieta equilibrada debe incluir proteínas, grasas buenas y carbohidratos complejos, manteniendo un equilibrio que te permita tener fuerza durante el día.
Los hidratos de índice glucémico bajo (como la avena, el arroz integral o las lentejas) ayudan a controlar el apetito, mientras que las proteínas son esenciales para proteger tu masa muscular durante la pérdida de peso.
💡 Consejo del coach: En tu plan alimenticio, intenta que cada comida contenga una fuente de proteínas, una porción de grasas saludables (aguacate, frutos secos, aceite de oliva) y vegetales ricos en fibra. Es la mejor forma de mantener tu resistencia estable y tu déficit efectivo.
Cómo crear un déficit calórico
Existen dos vías principales para crear un déficit:
- Reducir la ingesta calórica: no consumir tantos alimentos o elegir opciones con menos densidad energética.
- Aumentar el gasto energético: incluir más ejercicio físico en tu rutina diaria.
El equilibrio entre ambas es clave. No se trata de comer “poco”, sino de comer “mejor” y moverte más. Puedes ayudarte con una calculadora de déficit calórico para ajustar tu dieta según tus necesidades energéticas.
El papel del metabolismo basal
Tu tasa metabólica basal (o metabolismo basal) representa la cantidad de energía que tu cuerpo necesita cada día para mantener sus funciones vitales: respirar, digerir, mantener la temperatura corporal…
Este valor varía según la edad, el sexo, la masa corporal y el nivel de actividad. Saberlo te permitirá establecer un déficit calórico saludable y evitar reducir demasiado tu ingesta diaria.
💡 Consejo del coach: Si realizas actividad física regular, tu cuerpo necesita más energía. Ajusta tu déficit para seguir perdiendo grasa sin afectar tu rendimiento ni a tu masa muscular.

Cómo calcular tu déficit calórico
Calcular tu déficit calórico es una de las partes más importantes para perder grasa de forma saludable. No basta con comer menos: necesitas saber cuánta energía gasta tu cuerpo al día y cuántas calorías debes reducir sin poner en riesgo tu masa muscular ni tu salud.
1. Calcula tu gasto energético diario
El primer paso para calcular tu déficit calórico es conocer tu gasto energético diario (GED).
Este valor corresponde a la cantidad de calorías que tu cuerpo necesita para mantener su peso actual.
Se calcula combinando dos factores principales:
- Metabolismo basal (MB): energía que el cuerpo gasta en reposo para mantener funciones vitales (respirar, digerir, regular la temperatura).
- Nivel de actividad física: incluye el ejercicio, los desplazamientos, el trabajo y los hábitos del día a día.
👉 Para una estimación sencilla, puedes usar la fórmula de Harris-Benedict o una calculadora de déficit calórico online, que te dará una cifra bastante precisa de tus necesidades calóricas.
Ejemplos prácticos:
- Hombre de 30 años, 1,80 m, 80 kg, actividad moderada → aproximadamente 2.600 kcal/día para mantener su peso.
- Mujer de 30 años, 1,65 m, 65 kg, actividad moderada → aproximadamente 2.100 kcal/día para mantener su peso.

2. Define un déficit calórico razonable
El déficit calórico ideal debe ser moderado para que sea sostenible a largo plazo.
Un déficit excesivo puede generar fatiga, pérdida de músculo y efecto rebote.
Recomendaciones:
- Déficit aconsejado: 300 a 500 kcal por día.
- Déficit muy alto (más de 1.000 kcal/día): aumenta el riesgo de fatiga, pérdida de masa muscular y ralentización del metabolismo.
👉 Para perder 1 kg de grasa corporal, se necesita acumular un déficit de unas 7.000 kcal. Por eso es fundamental mantener una alimentación equilibrada y realizar actividad física regular adaptada a tu nivel.
💡 Consejo del coach: Evita comparar tu progreso con el de los demás. Cada cuerpo tiene un metabolismo y unas necesidades distintas. Escucha a tu organismo y ajusta tu dieta de forma personalizada.

3. Qué déficit calórico debes buscar
La clave está en la moderación.
Un déficit pequeño pero constante ofrece mejores resultados que una reducción drástica de calorías.
- Un déficit de 200 kcal/día es ideal: progresivo, saludable y sin riesgo para el metabolismo.
- Un déficit de 500 kcal/día también funciona, pero puede ser más difícil de mantener durante mucho tiempo.
💡 Ejemplo práctico: Eliminar dos o tres cucharadas de pasta de tu plato equivale a unas 200 kcal menos al día. Pequeños cambios como ese marcan una gran diferencia a lo largo de las semanas.
Un déficit controlado permite:
- Preservar la masa muscular.
- Evitar un metabolismo lento.
- Reducir la fatiga y la frustración.
Ejemplo práctico y menú tipo
Imagina que tu calculadora de déficit calórico indica que tu cuerpo necesita 2.100 kcal diarias para mantener el peso. Si reduces tu ingesta a 1.600 kcal, obtienes un déficit de 500 kcal/día.
Esto se traduce en una pérdida de grasa de aproximadamente medio kilo por semana, dependiendo de tu actividad física y tu tipo de alimentación.
Ejemplo de menú diario (1.600 kcal):
- Desayuno: Yogur griego con avena y fruta (300 kcal).
- Comida: Quinoa, pollo a la plancha y verduras asadas (550 kcal).
- Merienda: Plátano + 10 almendras (200 kcal).
- Cena: Salmón al horno con arroz integral y brócoli (550 kcal).
💡 Consejo del coach: Bebe al menos 1,5 L de agua al día. La hidratación ayuda a mantener el metabolismo activo y reduce el apetito.

Cómo mantener un déficit calórico sostenible
Para no rendirte en la primera semana, sigue estos pasos:
- Incluye proteínas en cada comida para proteger tu masa muscular.
- Haz ejercicio físico regular, combinando fuerza y cardio.
- Elige alimentos nutritivos y evita calorías vacías.
- Permítete flexibilidad: el equilibrio es más sostenible que la restricción extrema.
Déficit calórico y pérdida rápida de peso
Un déficit calórico demasiado agresivo puede provocar fatiga, pérdida de músculo y un metabolismo más lento. La alimentación saludable debe aportar energía suficiente para tu día a día.
💡 Consejo del coach: Si tu déficit es muy alto, el cuerpo libera cortisol (hormona del estrés) y detiene la pérdida de grasa. Come bien y reduce calorías con moderación.

Riesgos de un déficit demasiado alto
- Fatiga y falta de energía.
- Pérdida de masa muscular.
- Riesgo de carencias nutricionales.
- Metabolismo basal más lento.
- Efecto rebote (ganancia rápida de peso perdido).

¿El déficit calórico funciona igual para todos?
No exactamente. Cada cuerpo responde de manera distinta según su masa corporal, genética, hormonas y hábitos de sueño.
Por eso, la clave no es comer menos, sino aprender a ajustar tus necesidades calóricas diarias y mantener una rutina de alimentación saludable y actividad física.
❓ FAQ – Calcular déficit calórico
Si quieres, pide a uno de nuestros coach, que te aconseje una dieta personalizada.